Advierten que la corrupción priva el derecho a la educación de calidad en Venezuela
José Rangel – Equipo Aula Abierta
Venezuela es considerado uno de los países más corruptos del mundo (según el Índice de percepción de corrupción) gracias a los gobernantes que han ejercido erradas políticas públicas. Sin embargo, la corrupción no solo destruye el sistema político y económico de un país, también impide que millones de ciudadanos accedan a una educación universitaria libre y de calidad en pro del bienestar de toda una sociedad civil.
Así lo considera el profesor universitario, Jesús Urbina, quien asegura que el abuso de poder es la “semilla de la corrupción” que se apoderó de Venezuela en los últimos 20 años.
“El caso de Venezuela es de gran corrupción, corrupción de marca mayor. El Índice de Percepción de Corrupción, que es basado en la apreciación de la sociedad civil y entidades no gubernamentales, destaca que el país ha venido decreciendo en su lucha contra la corrupción”, afirmó Urbina en una entrevista con Aula Abierta Radio el pasado 20 de abril.
La corrupción atenta contra la educación
Sobre las últimas denuncias del “extravío” de al menos 3 mil millones de dólares en activos de PDVSA que han debido retornar al erario público, Urbina sostuvo que hay “altas esferas del poder público” comprometidas con hechos de corrupción que han traspasado las fronteras y hoy se encuentran siendo investigados y condenados en al menos 27 países.
“Es un motivo de violación sistemática de derechos humanos. Cuando hay corrupción se deja a todo un país pendiendo de un hilo, se viola el derecho a la alimentación, a la educación”, agregó Urbina, quien también es integrante de la ONG Transparencia Venezuela, que ha hecho seguimiento a los últimos escándalos de corrupción en el país.
El profesor universitario considera que uno de los daños más preocupantes de la malversación de fondos públicos es que atenta contra el acceso a una educación libre y de calidad. “Es una manera de asesinar el espíritu, se mata a un individuo cuando se le priva la posibilidad de acceder a la educación. La corrupción nos priva de bienes culturales, nos aísla, nos retrasa”, indicó.