Colapso Energético en Venezuela: Violación a los derechos humanos
Desde el año 2008 aproximadamente, los venezolanos han tenido que soportar la implementación de cronogramas de racionamiento eléctrico debido al deterioro de la infraestructura en el Sistema Eléctrico Nacional. Estas medidas especiales se comenzaron a aplicar por un lapso de dos (02) horas semanales. Progresivamente se convirtieron en (04) horas inter-diarias. En ese momento se consideró una medida temporal mientras se resolvían los problemas que el Estado relacionaba a fenómenos naturales como El Niño o a factores externos que inducían estos problemas. Sin embargo, al pasar de los años la problemática se ha agudizado, para el mes de agosto de 2018, se encuentran vigentes los racionamientos, incluso en condiciones más graves. En algunos casos muy severos, ya que distintos sectores han alcanzado más de 80 horas continúas sin electricidad.
En el Estado Zulia el servicio eléctrico alcanzó nuevos niveles de restricción y múltiples sectores se encuentran afectados por las ineficaces políticas públicas del Estado. El gobierno nacional ha sido incapaz de evitar el colapso del Sistema Eléctrico Nacional, el cual va perdiendo vertiginosamente su capacidad de abastecer a la región y otros estados del país.
Algunos sectores permanecen más de dos y tres días sin poder disfrutar del servicio eléctrico mientras que otros sufren apagones de 13 a 30 horas con recesos de 1 a 5 horas que apenas alcanzan para cargar artefactos como el celular o para llenar tanques de agua en las casas y edificios que utilizan sistemas hidroeléctricos.
Al desesperante escenario se le añade la pérdida de alimentos perecederos que debido a las altas temperaturas del Zulia se pierden por descomposición. Ante la ineptitud del gobierno venezolano de atender estas circunstancias en los últimos diez años, se expone a los habitantes del Zulia a un sufrimiento innecesario con estos cortes eléctricos prolongados, los cuales son una violación tangible a los derechos humanos y una degradación violenta de la calidad de vida de las personas.
La situación eléctrica compleja viene acompañada de interrupciones esporádicas del servicio de telefonía fija, móvil e internet, la devastación ambiental y el desamparo en casi todos los servicios públicos incluyendo el de la gasolina. La adquisición del combustible, que aún es subsidiado en Venezuela, es casi imposible pues las largas colas de automóviles en las estaciones de servicio ameritan una pérdida de tiempo considerable para las personas.
Ante esta situación Luis Motta Domínguez, ministro de Energía Eléctrica, ofreció únicamente la siguiente información desde su perfil en twitter @LMOTTAD: “un evento inducido” provocó el apagón en la región zuliana. Las declaraciones del ministro demuestran la ineficiencia por parte del gobierno venezolano para resolver la situación del servicio eléctrico que desde hace unos años comenzó a manifestar sus fallas de manera más dramática.
Aula Abierta desde el año 2014 ha venido documentando una serie de restricciones al acceso de productos, servicios y bienes de primera necesidad en toda Venezuela. En el caso del estado Zulia, en relación al racionamiento eléctrico que se implementó en el año 2009, la interrupción del servicio eléctrico se aplicaba en múltiples zonas y municipios en distintos horarios por un lapso de dos horas semanales. Durante el año 2016 hasta diciembre del año 2017 estos lapsos de tiempo aumentaron a más de cuatro horas semanales para luego convertirse en interrupciones de doce, treinta horas y hasta días enteros en el transcurso del actual año 2018.
Entre 2014 y 2016, Aula Abierta junto a la Comisión de Derechos Humanos de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad del Zulia y Acción Zuliana por la Vida (AZUL POSITIVO), preparó un informe para el Segundo Ciclo del Examen Periódico Universal de Venezuela, en el Periodo de Sesiones N° 26 del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, donde se abordaron temas como las restricciones al acceso de productos de primera necesidad, bienes o servicios de calidad; salud, libertad, seguridad e integridad personales y al debido proceso en el estado Zulia.
El ingeniero electricista Dídimo González, presidente de la Asociación Venezolana de Ingenieros Electricistas (AVIEM) @aviem_vzla, explicó en una entrevista para Aula Abierta Radio que la mayoría de las subestaciones del país necesitan un mantenimiento profundo. Para lograr una verdadera conservación se deben tomar en cuenta las condiciones físicas de las subestaciones, las cuales se encuentran enmontadas y en condiciones de abandono. Esto aumenta las probabilidades de incendios causados por las altas temperaturas y sobrecargas.
La mayoría de los cortes eléctricos en las distintas comunidades del Zulia y del país se producen porque en estas subestaciones enmontadas al producirse un cortocircuito se generan las descargas que incendian los transformadores. Estas chispas crean un daño permanente y causan las contingencias vividas en distintos estados del país. Muchas de las subestaciones que vienen desde el Guri, como la subestación Santa Teresa, sufren de estos embates.
En esta subestación ubicada en Los Valles del Tuy ocurrió una ruptura en uno de los conductores que la componen. Este suceso ocasionó una explosión que dejó sin servicio a muchas zonas del país el pasado 31 de Julio, incluyendo distintas localidades de Caracas y el resto del litoral central del país. A su vez, al depender de las líneas que pasan a través de esta subestación, se vieron afectados un número considerable de poblados del estado Zulia.
Entrevista Aula Abierta Radio:
Las universidades no se escapan de la falta del servicio eléctrico; la Universidad de Oriente (UDO) tiene aproximadamente 2 años y medio sin electricidad, la causa de este problema fue el robo masivo de cables eléctricos que iniciaron en noviembre de 2015. Ese mismo año, funcionarios del Estado aseguraron que Corpoelec realizaría la sustitución de los cables, la cual no se ha producido. La Universidad del Zulia (LUZ), de igual forma se ve afectada por los cortes electicos, puesto que el Zulia es el Estado que presenta la situación más alarmante en Venezuela, lo cual imposibilita a la comunidad universitaria a disfrutar plenamente del derecho a la educación.
Aula Abierta condena la ineficiencia de las autoridades gubernamentales en la resolución de estos problemas que se traducen en una violación a los derechos humanos, pues estas interrupciones prolongadas del servicio eléctrico atentan contra el bienestar y la prosperidad de los venezolanos, además del derecho que tienen de acceder a bienes y servicios de calidad de forma oportuna. Por lo tanto, se exige a las autoridades nacionales, estadales y municipales el respeto absoluto e indeclinable de los derechos de los ciudadanos.