Bolsa Solidaria Universitaria ¿solución a los problemas de los profesores?
A lo largo de todo el año 2018, en medio de una crisis insostenible en Venezuela, los profesores universitarios del país, representados por La Federación de Asociaciones de Profesores Universitarios de Venezuela (FAPUV), han exigido a las autoridades gubernamentales un mejor salario junto con un sistema de seguridad social, para así poder afrontar el declive económico y la emergencia humanitaria que atraviesa el país.
Como respuesta a las exigencias de los profesores, durante el mes de julio, el Ministerio del Poder Popular Para la Educación Superior, Ciencia y Tecnología (MPPEUCT), anunció a los rectores de las universidades autónomas del país, la implementación en el ámbito universitario de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), denominada Bolsa Universitaria Solidaria (BUS), que obtendrán unos 10kg en alimentos.
La distribución de las bolsas alimenticias estaba pautada para el mes de julio, sin embargo, el Vicepresidente de la Asociación Venezolana de Rectores Universitarios (AVERU) y Rector de la Universidad de Los Andes (ULA), el Dr. Mario Benucci, denunció que la distribución de las BUS no fue realizada por el MPPEUCT, con excepción de las universidades afines del gobierno, las cuales están adscritas a la Asociación de Rectoras y Rectores Bolivarianos (ARBOL). Dejando a la vista de manera explícita, la discriminación en su distribución por parte de las autoridades del Estado.
Varias organizaciones de la sociedad civil han registrado prácticas discriminatorias por razones políticas en el marco de los CLAP; donde se excluye en el momento de la entrega a ciudadanos por no utilizar el carné de la patria o por no votar por determinados partidos políticos afectos al gobierno en víspera de elecciones, por lo que preocupa la utilización de las BUS como mecanismo de control social sobre la comunidad universitaria venezolana.
En definitiva, la existencia de las pésimas condiciones laborales del gremio profesoral y la falta de respuestas oportunas por parte del Estado venezolano ocasiona un daño en el seno de las universidades que continúa en ascenso: algunas instituciones cuentan este 2018 con un 40% menos de su planta profesoral.
La respuesta no es una bolsa de comida, es el cambio en las políticas para responder a las demandas de la comunidad universitaria, que trabajan bajo pésimas condiciones. Esto afecta de manera determinante el derecho una educación de calidad y a la libertad académica.