Venezuela: Gobierno anuncia la creación de una nueva universidad en medio de una crisis del sistema universitario
Prensa Aula Abierta-. El 10 de abril de 2024, Nicolás Maduro anunció la creación de la Gran Misión Ciencia, Tecnología e Innovación “Dr. Humberto Fernández Morán”. Un programa que involucra a 25.300 científicos nacionales e internacionales, quienes tendrán que “atender, potenciar y ejecutar nuevas políticas que contribuyan al desarrollo científico y tecnológico del país y que fomenten el bienestar de las y los venezolanos”.
En el mismo evento, transmitido por cadena nacional, Maduro confirmó la aprobación de los recursos para la construcción de la planta física para la Universidad de las Ciencias Humberto Fernández Morán, que iniciará funciones en octubre de 2024. Este nuevo centro educativo se ubicará al lado de la sede del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), en el estado Miranda. Durante su discurso en cadena nacional, Maduro destacó la importancia de esta universidad para retener el talento local, evitando que los estudiantes tengan que buscar formación en el extranjero. Dicho comentario confirma la ola de deserción estudiantil que desde el 2014 afectó a las universidades autónomas, las cuales perdieron entre el 50 y 70% de su matrícula estudiantil.
Ante la errática política en materia de educación superior por parte del Estado Venezolano, surge la reflexión: ¿Más universidades o mejor educación? Pareciera que a las autoridades venezolanas solo les importa más universidades y no mejor calidad en el sistema de educación superior. Porque se eroga una importante cantidad de dinero para construcción de un edificio para la nueva universidad, mientras la planta física de las universidades autónomas cada vez está más deteriorada.
La infraestructura de las universidades en Venezuela sufre una crisis crónica, producto de una destrucción por diseño por parte del gobierno venezolano, reconduciendo su presupuesto para que no tenga capacidad financiera para atender las necesidades de sus espacios.
Otro elemento importante que llama la atención de esta decisión gubernamental, son las declaraciones que ofrece la vicepresidenta sectorial de Ciencia, Tecnología, Educación y Salud, Gabriela Jiménez Ramírez, en las cuales destaca que los profesionales que formarán parte del staff de docentes serán ingenieros de nacionalidad China, producto de un acuerdo gubernamental entre los Estados de China y Venezuela. Asimismo, confirmó que se integra “una delegación de Rusia y de Irán” que están trabajando en los programas de estudio de las carreras.
Crisis salarial que afecta a todos los sectores universitarios
La interrogante que rápidamente salta a luz ante este anuncio, es si este personal internacional devengará el mismo salario que perciben los actuales docentes universitarios en Venezuela, que oscila alrededor de los 15 dólares mensuales según la Asociación de Profesores de la Universidad Central de Venezuela. En este sentido, los universitarios llevan adelante una campaña de protesta por la reivindicación de sus remuneraciones, ya que tienen más de 900 días sin aumento de salarios, jubilaciones y pensiones. Necesitando más de 30 salarios para cubrir la canasta básica de alimentación que hasta el 13 de septiembre de 2024 costaba 542.94 dólares.
En el mismo evento, realizado el 28 de agosto de 2024, el jefe del ejecutivo nacional, Nicolás Maduro, anunció la aprobación de “1.300 becas que permiten apoyar las iniciativas de emprendimientos científicos”. Mientras que los estudiantes de las universidades autónomas, llevan años exigiendo reivindicaciones estudiantiles. En relación con esto, a inicios del año 2024, la Federación de Centros Universitarios de la Universidad Central de Venezuela (FCU- UCV) exigió al Estado venezolano que atienda las graves deficiencias que registran los comedores estudiantiles del país y pidió reunirse con el relator especial de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre el derecho a la alimentación, Michael Fakhri, para abordar el tema. La escasez de recursos y el déficit presupuestario han causado que las universidades públicas venezolanas cierren sus comedores u ofrezcan comidas que no cumplen con los requisitos nutricionales.
Asimismo, los estudiantes han denunciado la crisis del sistema de transportes y la eliminación del pasaje preferencial para este sector de la población. Como también la insuficiencia de las becas estudiantiles, nos relata Yovanny Gutiérrez, un estudiante de la Escuela de Educación en la Universidad Central de Venezuela (UCV), quien recibe una beca universitaria desde 2016. Cuando empezó a recibir este subsidio lo “usaba para transporte, copias y en ocasiones para comprar comida en la universidad. Actualmente, apenas le alcanza para comprar un desayuno, ya que solo recibe un depósito de 135 Bs, al mes”, el equivalente a unos 4 dólares.
Por su parte la vicepresidenta para Ciencia, Tecnología, Educación y Salud, Gabriela Jiménez, presentó las carreras que iniciarán en los próximos meses, en la mencionada universidad, Doctor Humberto Fernández Morán. Las cuales son: Ingeniería de Electromedicina, Ingeniería de Robótica y Automatización, Ingeniería en biomateriales, Ingeniería en Petroquímica, Ingeniería en Inteligencia Artificial, Ingeniería en Ciberseguridad, licenciatura (lic.) en Física, Lic. en matemáticas, Lic. en Física Nuclear, lic. Biotecnología Fundamental, lic. Ciencia de los Datos, lic. Nanotecnología, lic. Ciencia Molecular, lic. Oceanología, lic. En Biología y Química computacional.
Ante este anuncio, por parte de una autoridad del Estado venezolano en materia de educación universitaria, surge el cuestionamiento de por qué el gobierno venezolano en su política universitaria no incluye invertir en el desarrollo o fortalecimiento de los mencionados programas académicos a través del sistema formal de educación superior de las universidades autónomas.
La respuesta a este cuestionamiento, es que, desde el año 2002, bajo la apariencia de una política de inclusión educativa, el entonces presidente Hugo Chávez, desarrolló a través de la “Misión Sucre” y la “Misión Alma Mater” un Sistema de Educación Superior no autónomo y alternativo al existente. Este sistema se creó “con fines de proselitismo y adoctrinamiento, y totalmente ajeno a los estándares internacionales de calidad académica”.
De acuerdo con dicho informe “El sistema paralelo universitario en Venezuela” del Observatorio de Derechos Humanos de la Universidad de Los Andes, la estructura paralela universitaria se caracteriza por los siguientes factores: a) sus autoridades no son electas por el claustro universitario, sino designadas por el Ministro de Educación Universitaria; b) sus profesores son, en su mayoría, contratados, de manera que no tienen estabilidad en el cargo ni posibilidad de hacer carrera universitaria; c) la crítica a las políticas del gobierno puede acarrear la expulsión de estudiantes y profesores; d) ninguna de dichas universidades aparece en los rankings internacionales. Asimismo, la investigación “Asfixia, control y estafa chavista en la educación superior venezolana”, elaborado por la plataforma periodística para las Américas, Connectas, y el medio digital El Pitazo, explica cómo, mientras se asfixiaba presupuestariamente a las universidades autónomas venezolanas, el Estado venezolano “ha desembolsado más de 40.000 millones de dólares para financiar un sistema de educación superior paralelo que está enfocado, más que en la excelencia académica, en ideologizar y hacer militancia política”.