APULA: Universitarios se alimentan mal y consumen carbohidratos en exceso porque es lo más barato
Los profesores universitarios venezolanos cada día sufren más las consecuencias de devengar sueldos inferiores a los $12 USD mensuales. Un estudio realizado por Aula Abierta reveló, que el 69% de los docentes obtienen ingresos adicionales al sueldo que reciben de la universidad para poder cubrir sus necesidades básicas.
La quiebra económica de los universitarios ha acarreado consigo problemas en su salud física y mental. Sus dietas se caracterizan por ser carentes de proteínas, la mayoría consume solo carbohidratos porque es lo más barato.
El gremio aseguró que se mantienen apoyando permanentemente a muchos profesores que están atravesando situaciones muy difíciles en torno a la imposibilidad de abastecerse de alimentos, lo cual ha deteriorado su salud significativamente.
“No hay posibilidad de que los organismos que anteriormente manejaban las situaciones de salud lo hagan, ya que actualmente no existe la capacidad económica para financiar estos temas”, aseveró Castillo en entrevista para Aula Abierta.
Actualmente, los académicos que no cuentan con otra fuente de ingreso por trabajos que realicen fuera de la universidad como economía informal, libre ejercicio de su profesión e incluso remesas familiares están en situación de pobreza extrema.
“Desde hace muchos años el gobierno nacional ha venido emprendiendo una política de destrucción del poder adquisitivo del salario y de todo el mecanismo de seguridad social que durante años se construyó para apoyar no solamente al profesorado sino a todos los universitarios”, afirmó Virgilio Castillo, presidente de la Asociación de Profesores de la Universidad de Los Andes (APULA).
Educación en riesgo
Para Virgilio Castillo, el hecho de que la mayoría de los profesores estén trabajando en otras actividades para poder sobrevivir conlleva a que de existir un retorno total a las aulas con horarios que impidan o choquen con ello preferirán abandonar la universidad.
“Ocurrirá una diáspora enorme peor que en los últimos años, nadie por subsidiar la educación va a sacrificar su vida”. Ante esto, considera que deben generarse alternativas en la universidad para permitirle al profesor cumplir tanto con el trabajo académico como con el trabajo fuera de aula.
Docentes viven una vejez indigna
Los jubilados son los más afectados por la precarización de la seguridad social, debido a que esto ha generado una gran desatención, especialmente en el tema de salud, que es tan fundamental para los adultos mayores que son quienes más padecen enfermedades y requieren atención.
El Instituto de Previsión Social de la ULA no cuenta con recursos desde hace tres años aproximadamente, que el gobierno no les envía recursos ni para el funcionamiento ni para programas de atención de salud. “Es un crimen por parte del Estado en contra los profesores al dejarlos sin servicio de salud”.
Protestas todas las semanas
Los académicos esperan que con las protestas que han anunciado los gremios todas las semanas se genere un movimiento social que permita estremecer al gobierno, presionarlo democráticamente para que atienda y resuelva el problema de las universidades, entiendan que la educación es una prioridad y que no puede haber un desarrollo educativo si se mantiene a los profesores con salarios tan bajos.
La APULA también se ha sumado junto a los distintos gremios de la ULA para presionar al gobierno. “O hacemos presión a nivel nacional o estamos destinados a seguir siendo humillados y maltratados, no podemos dejar que solo la dirigencia gremial luche, necesitamos fuerza y unión para lograr los objetivos planteados”, consideró Castillo.
En busca de soluciones
El presidente de la APULA, Virgilio Castillo, informó que desde la Universidad de los Andes y los IPP están haciendo sus mejores esfuerzos para apoyar al profesorado en materia de seguridad social y en el tema de salud ante el abandono del gobierno. Están con la realización de un convenio con el fondo de jubilaciones y con la creación de programas de atención en salud dirigidos a profesores y familiares.
A su vez, están trabajando en un programa para respaldar al docente en situación vulnerable con apoyo de entes privados y donaciones.