El hampa no da tregua a la ULA
El 2022 arrancó con una oleada de incursiones del hampa en la Universidad de Los Andes (ULA) que mantienen a esta casa de estudios como la más afectada en todo el país en cuanto a los incidentes de inseguridad, registrados desde que inició el aislamiento por la Covid-19 en Venezuela.
Durante el mes de enero, Aula Abierta ha denunciado 5 ingresos de la delincuencia a las instalaciones de la ULA. El primero se efectuó el 10 de enero, cuando según lo informó el secretario encargado de la ULA, Manuel Morocoima, el techo del invernadero de la Facultad de Ciencias fue robado.
Al día siguiente, el decano de la Facultad de Ciencias, Carlos Ayala, reportó que se robaron aproximadamente 2000 metros de cable números 6 y 8, que dejó sin electricidad una fase que corresponde al área de Biología.
Horas más tarde, el mismo 11 de enero, el Vicerrector-Decano del Núcleo Universitario Alberto Adriani (NUAA), Domingo Alarcón, denunció que la sustracción de cables también se presentó en El Vigía, afectando el sistema eléctrico en esa zona.
Posteriormente, el 18 de enero, el Núcleo Universitario Rafael Rangel (NURR) registró su primer robo del año: ultrajaron las rejas de los talleres y laboratorio de procesamiento y mecanización agrícola, además, desvalijaron dos aires acondicionados.
La última incursión ocurrió durante el fin de semana del 23 y 24 de enero, cuando sujetos desconocidos ingresaron al comedor del núcleo Liria y causaron varios destrozos en las instalaciones.
Robos durante la pandemia
Aula Abierta desde marzo de 2020 hasta el 31 diciembre de 2021 documento, al menos, 97 incidentes de inseguridad que afectan las actividades de la docencia, investigación, servicios estudiantiles y dependencias universitarias en la Universidad de Los Andes.
Otra universidad de la región andina que ha sufrido por los ataques de la delincuencia es la Universidad Nacional Experimental del Táchira (UNET), según el registro y documentación del Observatorio de Derechos Universitarios de Aula Abierta.
Debido a la política de asfixia presupuestaria del gobierno contra las universidades, la cantidad significativa de equipos robados que representa una gran pérdida monetaria no podrá ser repuesta. Además, en la mayoría de los casos, los bienes y materiales robados no son recuperados ni los delincuentes apresados, pues los cuerpos de seguir del Estado no atienden las denuncias y los llamados de las autoridades de la ULA cuando se presenta un nuevo incidente.
Cada rincón de la ULA ha sido visitado por el hampa
De acuerdo con la coordinadora de la región Andes de la Federación de Estudiantes por los Derechos Humanos (FEDEHU), Angélica Ángel, los ingresos del hampa a ULA se han suscitado desde hace mucho tiempo, pero el contexto de la pandemia “agravó” la situación.
En entrevista con Aula Abierta, la joven estudiante de la ULA afirmó que la Facultad de Bioanálisis y Farmacia carece de microscopios, neveras y otros materiales, los cuales son “prácticamente imposibles de volver a adquirir”, lo cual repercute en la formación de los estudiantes y en la forma de los profesores impartir clases.
“No hay espacio, escuela o Facultad que no haya sido hurtada en la Universidad de los Andes. De todas estas áreas hurtadas considero que una de las más afectadas ha sido el Núcleo “Pedro Rincón Gutiérrez” (La Hechicera), donde se encuentra la Facultad de Arquitectura y Diseño, la Facultad de Ingeniería y la Facultad de Ciencias”, señaló Angélica Ángel.
Las tres facultades contaban con laboratorios completamente dotados para la investigación, estudio y desarrollo académico de los estudiantes, pero hoy los espacios están desvalijados y en total abandono, según explicó Ángel.
La representante de la FEDEHU también destacó que cuando no había clases, el hampa salía a desvalijar el recinto. “Cuando nosotros los estudiantes regresamos nos dábamos cuenta de que no son las mismas aulas que dejamos”, dijo.
“Entonces, ¿cómo regresan los estudiantes a clases presenciales cuando su edificio donde había clases, donde habían prácticas de biología, donde había un laboratorio totalmente dotado, hoy día está en total abandono y habitado por indigentes, que incluso, han dañado las instalaciones?”, se preguntó.
El Estado está obligado a detener la delincuencia
La coordinadora de la FEDEHU agregó que sus compañeros y activistas van a seguir denunciando los incidentes de inseguridad hasta que se logre proteger a la universidad y continuarán defendiendo todos recintos universitarios, como lo establece la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en los Principios Interamericanos sobre Libertad Académica y Autonomía Universitaria.
Recordó que el Estado violenta los derechos universitarios al no tomar medidas contra el hampa. Precisamente, los principios I, II y VII son violentados, por no proteger el derecho humano a la libertad académica como una necesidad y por no asignar un presupuesto acorde para el funcionamiento de las instituciones.
Son al menos 16 universidades de toda Venezuela que permanecen sometidas por el hampa. En el contexto de la Covid-19 se han registrado, al menos, 347 incidentes de inseguridad en distintas áreas académicas, de investigación y departamentos, incluso contra la integridad física de los trabajadores universitarios.
Detalladamente, de acuerdo con los últimos reportes de hechos delictivos ocurridos en las últimas semanas del 2021, los cuales fueron corroborados y documentados por el Observatorio de Derechos Universitarios de Aula Abierta, se registraron entre marzo de 2020 y diciembre de 2021 los siguientes incidentes de inseguridad:
- 198 ataques en áreas de docencia.
- 77 ataques a las dependencias universitarias.
- 34 ataques en áreas de investigación.
- 31 ataques a los servicios estudiantiles.
- 7 ataques a la integridad física y personal de los trabajadores universitarios.