Aula Abierta documentó la crisis de cátedras universitarias sobre ciencias ambientales
A través del foro “Las ciencias ambientales en la universidad venezolana: situación de las cátedras, líneas de investigación, profesores y estudiantes”, Aula Abierta documentó los resultados obtenidos en una investigación realizada por el Observatorio de Universidades y Ambiente.
Mediante un informe que lleva por nombre “Afectaciones a la educación ambiental de calidad y a la biodiversidad en las universidades publicas venezolanas”, los académicos integrantes del Observatorio plasmaron la grave crisis que atraviesan las cátedras universitarias e institutos de investigación en materia ambiental y cómo afecta directamente las actividades de conservación en el país.
La UDO enfrenta una disminución de investigación por falta de personal
En los cinco núcleos de la Universidad de Oriente (UDO) se tienen estudios de investigación ambiental, tales como botánica, bioquímica, ecología marina, incluso se tienen institutos especiales con sus departamentos.
En esta universidad se han disminuido las investigaciones ambientales, pues la deserción universitaria es el mayor problema. “Hemos perdido líneas de investigación por esta situación”, manifestó Johana Fernández, directora del Museo del Mar de la UDO.
“La UDO en sus diversos núcleos enfrenta una grave crisis (…), debido al deterioro progresivo. Actualmente la UDO tiene falta de personal, abandono de proyectos de investigación de ecosistemas marinos, disminución en la capacidad de evaluar el ambiente en proyectos como la tala y quema y el abandono de las metas para la optimizar la academia”, indicó Fernández.
Pese a las adversidades, la UDO continúa trabajando. Los investigadores esperan condiciones favorables para mejorar los estudios ambientales.
Situación en la región Central
La crisis de ciencias ambientales en el centro del país fue reseñada por Disleydis Petit, quien es miembro del Instituto de Botánica Agrícola de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
Petit denunció que el departamento de biología de la Universidad de Carabobo (UC) está en un posible cierre técnico porque una de sus carreras tiene una asignatura que está parcialmente cerrada, debido al deterioro de uno de sus equipos (nevera) usado para el resguardo de reactivos. “Se necesitan 5 mil dólares para reponer la nevera, sino no podrán haber egresados”, aseguró Petit.
En la UCV hay deterioro debido a la falta de mantenimiento y por los hurtos perpetrados en los laboratorios. Por otro lado, el campus de las facultades entorno a ambiente es de gran amplitud y la maleza está presente por falta de presupuesto.
“Algunas cátedras y centros de investigación están inoperativos porque ya no hay la maquinaria, el equipo para poder llevarlo a cabo”, destacó Petit en referencia a la Facultad de Veterinaria de la UCV que por más de 5 años se ha visto afectada.
En la Facultad de Agronomía algunos laboratorios están en declive por las incursiones del hampa. Por otra parte, el Instituto de Botánica Agrícola tiene 7 laboratorios, los cuales permanecen inoperativos porque han sido robados en reiterados ocasiones; además, desde el 2016 permanecen sin electricidad porque fue hurtado todo el cableado. Otras áreas también están inhabilitadas por falta de impermeabilización, materiales y electricidad.
En la Universidad Simón Bolívar (USB) hay 4 departamentos relacionados a las ciencias ambientales que tienen una pérdida “significativa” de sus asignaturas porque de 136 solo están activas 74.
Violación al derecho ambiental en la ULA
La Universidad de Los Andes (ULA) fue declarada como la Universidad Ambiental de Venezuela en el 2011 y se acordó que cada facultad, núcleo o extensión establezca la creación de las Comisiones de Ambiente de cada uno de ellos.
Hoy en día, la ULA tiene “severos” problemas que vulneran los derechos ambientales y la biodiversidad, tales como agua, equidad y acceso a la información ambiental.
Además, los campus de la institución han sido atacados e invadidos, incidiendo de manera negativa en el desarrollo de las cátedras.
Deserción, problemática a considerar
En la ULA se ha presentado en los últimos años una deserción considerable de personal docente y de investigación que ronda el 45% y estudiantil de alrededor del 60%. La UDO presenta en menor escala un 30% de deserción estudiantil y, al menos, 70% profesoral. Mientras que en el núcleo de la UCV en Maracay existe una fuga estudiantil de aproximadamente 60% y de profesores del 40%.
Estos datos para los integrantes del Observatorio de Universidades y Ambiente representan una afección para la educación y las actividades de investigación de las ciencias ambientales.
Se desarrollará un segundo informe sobre ambiente para el 2021
Este primer informe desarrollado por Aula Abierta durante el 2020 expone que 22 laboratorios de las universidades mencionadas están afectados por la asfixia presupuestaria producida por el Estado y por los incidentes de inseguridad.
En el 2021, Aula Abierta y el Centro de Justicia y Paz (CEPAZ), a través del Observatorio Universidad y Ambiente continuarán desarrollando investigaciones a los efectos de sensibilizar a la comunidad nacional e internacional sobre los retos que enfrenta Venezuela en materia ambiental y las afectaciones que generan en el ejercicio de otros derechos humanos. Igualmente, continuará generando espacios de interacción para el fortalecimiento del tejido social entre académicos y miembros de la sociedad civil.
Según informó la coordinadora del proyecto, Vilisa Morón, el próximo informe a presentar abordará otras instituciones venezolanas, incluyendo las universidades experimentales
¿Quiénes pertenecen al Observatorio de Universidades y Ambiente?
Aula Abierta, la Comisión de Derechos Humanos de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad del Zulia, la Sociedad Venezolana de Ecología, el Instituto de Botánica Agrícola de la Universidad Central de Venezuela (UCV), la Dirección de Asuntos Profesorales de la Universidad de Los Andes (ULA), el Instituto de Ciencias Ambientales y Ecológicas de la ULA, la Comisión Ambiental de la ULA, el Museo del Mar de la Universidad de Oriente (UDO), la Fundación Caribe Sur de la Universidad Simón Bolívar (USB), el Comité Nacional de Derechos Humanos de los Países Bajos y el Centro de Justicia y Paz (CEPAZ).
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