El Relator Especial de las Naciones Unidas presenta informe donde destaca la importancia de la libertad académica
El Relator Especial sobre la promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y expresión de las Naciones Unidas, David Kaye, presentó un informe centrado en los aspectos de la libertad de opinión y de expresión en el contexto de la libertad académica, donde destacó el papel especial que desempeñan los académicos y las instituciones académicas en las sociedad democráticas.
En el informe, Kaye destaca que, sin libertad académica, “las sociedades pierden uno de los elementos esenciales del autogobierno democrático”, refiriéndose específicamente a “la capacidad de autorreflexión, para la generación de conocimientos y para la búsqueda constante de mejoras en la vida de las personas y en las condiciones sociales”.
El Relator Especial sostiene que las amenazas y restricciones a la libertad académica “limitan el intercambio de información y conocimientos, que es un componente esencial del derecho a la libertad de expresión”.
Kaye concluyó, citando el trabajando de diversas organizaciones y activistas de derechos humanos, que académicos e instituciones “se enfrentan al acoso social y a la represión del Estado por sus investigaciones, empeños, planteamientos y las metodologías que aportan a las políticas públicas”.
En el caso de los universitarios atacados por represión del Estado, Kaye cita el trabajo de Aula Abierta para destacar que en Venezuela las personas que expresan opiniones políticas y critican al Gobierno son excluidas de los programas de becas.
Asimismo, resaltó la represión “con excesiva fuerza” en las protestas estudiantiles en Venezuela, especialmente en 2013, 2014 y 2017, basado en las denuncias de activistas como David Gómez Gamboa, director de Aula Abierta; y Mayda Hocevar, Directora del Observatorio de Derechos Humanos de la Universidad de Los Andes.
Para blindar la libertad académica
El Relator Especial también reconoce que no existe un marco internacional de derechos humanos único y exclusivo en relación a la libertad académica y concluye formulando una serie de recomendaciones a los Estados, las instituciones académicas, las organizaciones internacionales y la sociedad civil.
Sobre esto último, vale destacar que el pasado 28 de septiembre, durante una reunión de la sociedad civil con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, David Gómez Gamboa afirmó que los académicos de América Latina necesitan que este organismo “continúe impulsando la creación de estándares interamericanos sobre la libertad académica, pero también que realice acciones de litigio estratégico frente a la Corte Interamericana”.
Chile, Colombia, Honduras y Venezuela en la mira
De acuerdo al informe del Relator Especial sobre la promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y expresión de las Naciones Unidas, David Kaye, en muchos países “se ha documentado la presencia física y las intervenciones de las fuerzas de seguridad en los campus universitarios y durante las protestas organizadas o dirigidas por los estudiantes o en las que participan un gran número de estudiantes”.
“Los estudiantes de Chile, Colombia, Honduras y Venezuela (República Bolivariana de) que organizaron protestas o participaron en ellas se enfrentaron a respuestas violentas y desproporcionadas de las fuerzas del orden”, se resalta.
Estudiantes y académicos blancos de ataques
Otra de las denuncias se apoya el trabajo de Scholars at Risk para resaltar que en Venezuela “tanto los estudiantes como los académicos suelen ser blanco de ataques directos del Estado sin ninguna justificación legal. Ese tipo de ataques incluyen amenazas, violencia y privación arbitraria de la libertad”.
Y citan uno de los casos: “en la República Bolivariana de Venezuela, personas no identificadas lanzaron gas lacrimógeno durante una clase en la Facultad de Derecho de la Universidad Central de Venezuela en un aparente intento de evitar que los estudiantes debatieran los efectos de una decisión judicial sobre la autonomía universitaria”.
Persecuciones
“En el Brasil, un representante electo del Estado invitó a los estudiantes a través de los medios sociales a filmar sus clases para captar el comportamiento ‘político-partidista o ideológico’ de los profesores, y a crear una línea telefónica anónima para que los estudiantes y el público denunciaran a los ‘profesores que fueran adoctrinadores ideológicos’ de las universidades”, esa es otra de las denuncias que se lee en el informe, la cual está justificada en el trabajo “Brazilian academics vow to resist threats to freedom”.
Universidades ideológicas
Sobre Venezuela, se lee que “el adoctrinamiento ideológico ha llegado hasta la creación de universidades como entidades con fines de control social. La Universidad Bolivariana de Venezuela es una de esas entidades, en la que un ministerio gubernamental controla todos los nombramientos y el contenido de los planes de estudios”.
“Restringir el contenido de los discursos, ya sea penalizándolos o calificando ciertos temas como inmorales, hacen que queden cerrados al debate académico y que el Estado los convierta en temas tabú. (…) En la República Bolivariana de Venezuela, el Estado controla las políticas para garantizar programas que apoyen los marcos ideológicos socialistas sancionados por el Estado”, agregan.
Veto e intervenciones
En el informe del Relator Especial sobre la promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y expresión de las Naciones Unidas, David Kaye, se puede leer que éste “ha observado el modo en que el exceso de poderes del poder ejecutivo en todo el mundo se utiliza para atentar contra la libertad académica”.
Y cita un trabajo de la Universidad de Ottawa, para afirmar que “en 2019, la Administración del Brasil publicó el Decreto núm. 9.794, por el que se otorgó al poder ejecutivo un impreciso poder de veto en relación con los nombramientos de autoridades universitarias”.
En cuanto a Cuba se resalta que suelen haber intervenciones “ideológicas” en los programas “académicos”, lo que representa una amenaza a la libertad académica.
Restricciones en la educación
“En algunos municipios del Brasil se han promulgado leyes, mientras que en otros cientos de ellos se están examinando proyectos de ley, que prohíben específicamente que en las escuelas se traten cuestiones de género y sexualidad”, se destaca en el informe.