Rectora Milena Bravo: “Es hora de que nos sentemos en un gran consenso nacional para defender la universidad”
“A mí me compete hablar por nuestra universidad, pero estoy unida con las universidades hermanas”, dice la Dra. Milena Bravo de Romero. Ella es rectora de la Universidad de Oriente (UDO), la cual ha sido duramente atacada durante la cuarentena por el coronavirus con al menos 38 incidentes de inseguridad, constatados por Aula Abierta, entre los que destaca el incendio de su Biblioteca Central en el Núcleo Sucre, provocado por “actos vandálicos” y que generó rechazo incluso de organizaciones internacionales.
Aunque destaca que las autoridades de las universidades públicas de todo el país trabajan a través de la Asociación Venezolana de Rectores Universitarios (AVERU) para denunciar constantemente los ataques que reciben las diversas instituciones, cree que es momento “de que nos sentemos en un gran consenso nacional para defender la Universidad, porque la Universidad no va a pasar porque a alguien se le ocurra atentar contra ella”.
En ese sentido, Bravo de Romero cree que la defensa de las casas de estudio debe venir desde todos los sectores, incluyendo profesores, estudiantes y sociedad civil, tomando en cuenta que esta “lucha” no puede tener tendencias políticas. “La universidad es un método de expresión libre y democrático. La Universidad nunca debe ser politizada”, sostiene.
Sobre esta unión que pide la rectora de la UDO ya se han visto algunos avances. Aunque las denuncias de incidentes de inseguridad contra las universidades han estado presentes desde el inicio del confinamiento social, en los últimos días se ha visto buena organización por parte del movimiento estudiantil, profesores y organizaciones que defienden los derechos humanos, a través de campañas que han sido posicionadas en las redes sociales.
Por ejemplo, este lunes 8 de junio la etiqueta #SeDesangraLaU fue tendencia en Twitter durante más de tres horas, llegando a ser reseñada por medios de comunicación como un “grito de los universitarios” ante la vulnerabilidad que viven las universidades en medio de la pandemia COVID-19.
“A la Universidad venezolana la están empobreciendo, la están tratando de exterminar. Estamos luchando y seguiremos luchando porque la educación superior no puede ser desvirtuada en un país”, sentencia Bravo de Romero.
Denuncias ignoradas
Según la Dra. Milena Bravo de Romero, los ataques contra la Universidad de Oriente han sido denunciados ante la Fiscalía “desde hace muchísimos años” sin recibir respuesta por parte de las autoridades competentes. “Durante los últimos tres años hemos sido atacados. No hay palabra para definirlo, es una barbarie, vivimos un tiempo de terror”, comenta durante la entrevista para Aula Abierta.
Destaca que aunque no han tenido respuesta positiva ante sus denuncias en la Fiscalía, los decanos de esta casa de estudios están autorizados para seguir denunciando todos los ataques que han recibido, tanto en la cuarentena como antes de ella. “Nosotros no vamos a desmayar en hacer la denuncia a órganos competentes de seguridad para que cumplan con su trabajo”, argumenta.
Sobre la quema de la Biblioteca Central no puede sentir otra cosa que no sea indignación: “Hay que decirlo: es una cosa diabólica. ¿A qué ser humano se le puede ocurrir quemar esto? Quemaron la biblioteca, esa referencia de lo que significa una academia, la cultura, la democracia”.
“Venezuela debe estar con los estudiantes”
La Rectora Bravo de Romero es muy firme al asegurar que se podrá atacar “la planta física” de las universidades, pero que en el tiempo “la universidad permanecerá porque permanece su gente, las ideas, el conocimiento y eso no lo pueden quemar”.
“La universidad no se puede exterminar; no pueden acabar con algo que vino para quedarse y representa mucho para la nación”, expresa.
Sobre los estudiantes, señala que éste ha sido uno de los grupos de la universidad más activos en la defensa de sus instalaciones, “porque ven a su alma mater atacada y sienten que está en peligro su carrera”.
“Hay en las universidades personas de estratos humildes que necesitan que se les brinde una educación de calidad, que es lo que hacemos realmente las universidades autónomas. Yo pienso que el pueblo de Venezuela debe estar con los estudiantes, en esa voz de protesta. Los estudiantes están desesperados realmente, porque la pregunta es: ¿Qué vamos a hacer cuando regresemos después de la cuarentena?”, culmina.