Comedores de universidades en Venezuela sin proteicos
El movimiento estudiantil de la Universidad del Zulia (LUZ) denunció el retraso de más de 15 días en el suministro de los proteicos. Asimismo los comedores de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Universidad Simón Bolívar (USB), Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL) y la Universidad de los Andes (ULA) carecen de alimentos porque las autoridades del Ministerio de Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología (MPPCT) no han suministrado los recursos para subsanar la situación.
Samuel Troconis, dirigente estudiantil de la facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad del Zulia, expresó al portal web Noticias al Minuto “esta grave problemática en los comedores universitarios afecta a toda la comunidad estudiantil, la razón que nos dan es que las empresas no están prestando un servicio óptimo, por el bajo costo del plato alimenticio que tan solo tiene un valor estimado de 10 mil bolívares, que debido a la crisis económica no se puede comprar ni un plátano”.
El movimiento estudiantil exige al Gobierno Nacional y al Ministro de Educación Superior que resuelva la problemática. El dirigente estudiantil de la Facultad de Ingeniería, Luis López, indicó a Noticia al Minuto “la Universidad del Zulia no se escapa de la realidad que vive Venezuela el hambre, la deserción, el transporte, son escenarios que nos atacan día a día a los estudiantes hoy en día lo que nos están sirviendo el comedor es yuca con ensalada. Le hacemos el pronunciamiento a las autoridades competentes para que nos llegue el cárnico porque tenemos más de 15 días sin recibirlo”.
Asimismo, en la Universidad Central de Venezuela, durante el año no ha tenido servicio de comedor porque una chimenea de una de las calderas afecta la cocción de los alimentos. Este comedor atiende al menos 4.700 estudiantes que se encuentran sin recibir ni una comida al día. Las autoridades del Ministerio de Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología (MPPCT), adquirieron compromisos con la UCV, para suministrarles la mayoría de los productos para la elaboración de la comida pero no han cumplido oportunamente.
Por su parte la Universidad Simón Bolívar tiene tres semanas sin recibir las proteínas por parte del Ministerio. Estudiantes de la USB, han señalado que “solo se ha servido sopa con yuca, y en días más críticos solo sopa en el almuerzo. Para el desayuno y la cena se ofrece pan sin acompañante. Estos no son alimentos para un estudiante universitario”, manifestó Javier Silva al diario El Nacional, presidente de la Federación de Centros de Estudiantes de la USB.
También en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, los comedores en sus sedes tanto en Caracas, Maracay y Mácaro; se mantienen prestando servicio de forma irregular, porque el MPPCT no entrega los alimentos en tiempo oportuno, así lo ha dado a conocer el rector Raúl López Sayago.
En la ULA la situación es similar, el comedor de ULA-Trujillo atiende a 1.200 comensales pero la cantidad de proteicos asignados por la Oficina de Planificación del Sector Universitario (OPSU) ha disminuido y ahora suministrará las frutas y verduras. La situación económica y presupuestaria también incide en la prestación del servicio de comedor en el Núcleo Universitario “Rafael Rangel”. En tal sentido, las autoridades vicerrectorales y representantes de la Asociación Cooperativa Suministros Clipper RL trazan estrategias para mejorar la elaboración de las bandejas, pues las quejas estudiantiles son reiteradas.
Igualmente, Aula Abierta denunció en diciembre a través de nota de prensa que los estudiantes de la Universidad Nacional Experimental núcleo El Sabino, ubicado en Punto Fijo, estado Falcón, habían manifestado que la cooperativa a cargo del comedor les daba yuca en mal estado.
El retraso por parte del MPPCT en la entrega de los alimentos configura un patrón que afecta a los comedores de diferentes recintos universitarios, y que aunado a otras problemáticas que sufren los estudiantes como: el acceso al transporte público, las constantes fallas en la energía eléctrica y la escasez de dinero en efectivo, hacen que el acceso a bienes y servicios de calidad se vea vulnerado y sea una causa de la deserción tanto de profesores como de estudiantes universitarios.