Profesores universitarios necesitan al menos 10 sueldos mensuales para cubrir las necesidades básicas
Los profesores universitarios en Venezuela enfrentan la constante violación a sus derechos laborales por parte del Estado, al devengar salarios entre 13 a 48 dólares mensuales, lo cual es insuficiente para cubrir sus necesidades primordiales y requiriendo unas 10 veces su sueldo para adquirir la canasta alimentaria que ronda los 460 dólares.
Esta situación fue descrita como “injusta e insostenible” por la presidenta de la Asociación de Profesores de la Universidad del Zulia (APUZ), Molly González, “el salario de los académicos no cumple con los estándares internacionales al estar numéricamente muy por debajo de lo que se denomina salario y no hay respuesta jurídica favorable al ser un país sin estado de derecho”, afirmó en entrevista para Aula Abierta.
Los docentes recurren a la economía informal o al libre ejercicio de su profesión para obtener ingresos extra que les permitan resolver sus carencias y, en muchos casos, abandonan las aulas de clases. También se presentan denuncias de jubilados con cuadros de desnutrición severa.
Derechos laborales desprotegidos
La presidenta de APUZ, señaló que los derechos laborales del gremio están completamente desprotegidos al no haber discusiones laborales con la Federación de Asociaciones de Profesores Universitarios de Venezuela (FAPUV).
“El gobierno ha decidido mantener una relación unilateral donde él mismo impone las reglas del juego y esas reglas son totalmente desfavorables, ni siquiera cumplen los acuerdos laborales que ellos mismos elaboran”, condenó González.
La representante de los docentes de LUZ advirtió que no hay garantías sociales ni de ningún tipo, presentándose una severa afectación emocional. “Ahora mismo todos los profesores de las universidades venezolanas están sumamente estresados sin poder resolver su vida, sin poder avanzar y sin atención médica”.
Ante las altas necesidades que padece el gremio, la función del docente ha mermado, el estado de vulnerabilidad en el que se encuentran afecta la educación de calidad, no solo desde el ejercicio profesional sino también en torno al estado general de las instituciones en cuanto a infraestructura, presupuesto y sueldo. Siendo imposible ofrecer educación de calidad en un contexto de este tipo.
Transgresiones a la libertad de asociación
De acuerdo a la profesora González, el Estado venezolano transgrede el derecho a la libre asociación al desconocer a la FAVUP —federación que agrupa a la mayoría de los profesores universitarios— y por ende a las asociaciones adscritas a ésta, negándose su participación en las discusiones laborales en defensa de los derechos de los agremiados, reduciendo la acción gremial a denuncias y reclamos que ignoran.
“El Estado ha creado una federación de maletín llamada Federación de Trabajadores Universitarios de Venezuela (FTUV), que no es más que un grupo de académicos, obreros y empleados afectos al partido de gobierno”, dijo González a Aula Abierta.
Asimismo, lo transgrede cuando a través del gabinete ministerial se ha negado desde 2018 los recursos de funcionamiento de las asociaciones gremiales, impidiéndoles funcionar de manera óptima.
“Los únicos recursos percibidos son las retenciones salariales, por esto sumado a los hechos de carácter vandálico la casa del profesor hoy está destruida”, aseguró Molly González.
¿Qué le espera a un profesor universitario?
A juicio de la Presidenta de APUZ, el docente que tenga hijos profesionales fuera del país le espera sobrevivir lejos de su familia y el que no los tenga, inevitablemente “le espera la muerte” en unas condiciones no aptas. “Suena dura pero si los profesores no pueden cubrir sus necesidades básicas, no hay garantías de seguridad social, ni de defensa de derechos laborales no se puede esperar otra cosa”, lamentó González.