Invasores habitan “ranchos” en los recintos universitarios
La presencia de personas viviendo en los terrenos de las universidades es una situación que se está haciendo común en distintas casas de estudios, independientemente de la zona del país en la que se ubiquen.
Los campus de las universidades autónomas no solo se constituyen en espacio atractivo para los invasores, quienes entran a los espacios e instalan viviendas improvisadas, sino que son utilizados como zona de tránsito o de paso por los miembros de las comunidades aledañas a los recintos universitarios.
El tema de invasiones radica en los derechos económicos, sociales y culturales, como menciona el universitario Gabriel Cabrera, presidente de la Federación Nacional de Estudiantes de Derecho (FENEDE). Sin embargo, proteger y resguardar a las universidades le compete al Estado, pero no hay respuesta ante las solicitudes de autoridades y representantes estudiantiles.
Casos de familias habitando en las dependencias universitarias y construyendo sus viviendas se presentan en la Universidad de Oriente y Universidad de Carabobo; por ello, Aula Abierta hace un recorrido por las distintas universidades para exponer la situación en cada una de ellas.
Casas improvisadas en la Universidad de Carabobo
En la Universidad de Carabobo (UC), el líder estudiantil Gabriel Cabera, presidente de FENEDE, denunció para Aula Abierta que las personas están tomando los terrenos de la universidad, específicamente, la zona deportiva donde se ubica el Domo y las piscinas olímpicas.
Según documentó Cabrera, el campus está rodeado de comunidades que han venido expandiendo sus viviendas hasta las instalaciones de la universidad y ya están cerca de tener contacto con la Facultad Ciencias Jurídicas y Políticas.
“Actualmente hay un grupo de personas invadiendo el terreno y están expandiendo más viviendas que son ranchos con estructuras precarias. Es gente que está viviendo dentro del campus, gente que no tiene acceso a la vivienda y están haciendo sus casas improvisadas dentro del recinto universitario”, aseveró Cabrera.
Además, la situación se presta para actos delictivos y como mayor consecuencia estas personas pueden cazar los animales que hacen vida en el campus y comérselos, destacó el líder estudiantil.
En la UDO-Monagas, una familia cohabita en un “ranchito”
En el núcleo Monagas de la Universidad de Oriente (UDO) hay dos campus universitarios que se dividen por extensión de pregrado (Guaritos) y postgrado (Junico) en Maturín. Justamente, en la zona de pregrado existe una familia viviendo dentro del campus, así informó el dirigente estudiantil Javier Cisneros, quien refirió que, desde hace más de 3 años, se ha denunciado reiteradas veces el hecho.
“Vive una familia: hombre, mujer y sus hijos pequeños en un rancho que hicieron allí. Para acceder a donde ellos están hay que caminar un buen tramo, no afecta directamente las estructuras y departamentos de la universidad, pero ese campus pertenece a la universidad”, describió.
Asimismo, señaló que el movimiento estudiantil “4 de febrero” –adeptos al oficialismo– justifica la presencia de esa familia en los terrenos de la UDO, alegando que resguardan la universidad.
“La universidad no es para eso, es para crear desarrollo intelectual a sus estudiantes. ¿Qué va a pasar? que vamos a convertir la universidad en residencia, la gente viene con la excusa de que son vulnerables, no pueden buscar adonde irse y toman la universidad para eso. No es justificable”, cuestionó Cisneros.
El dirigente estudiantil de la UDO, Javier Cisneros, vinculó la situación de Monagas con el núcleo Anzoátegui de la misma casa de estudios, donde una familia entró a las instalaciones de un laboratorio y se quedó viviendo allí.
Por otra parte, el universitario aseguró que hay haciendas y terrenos del núcleo Monagas que fueron abandonados en su momento, pero ya fueron recuperados; además, en cuanto a las invasiones, mencionó una situación preocupante que las autoridades universitarias no están considerando.
De los cinco núcleos de la UDO, dos son usados como terrenos para transitar
“No están en el recinto, pero están en zonas muy cercanas y pasan diariamente”, indicó Mariángeles Labotón, estudiante perteneciente al núcleo Sucre.
Según Labotón, las personas pasan al recinto sin respetar que es un patrimonio universitario; inclusive, tienen plantaciones en el campus. “Esta situación ya lleva tiempo y hemos tratado de buscar una solución”, aseveró.
“La gente que va a sus casas se baja en la misma parada (de los estudiantes) como si fueran a la universidad, atraviesan y llegan”, fue la declaración que dio el universitario Francisco Marcano a Aula Abierta, quien afirmó que las dos entradas de la UDO en Nueva Esparta son usadas como trayecto para recortar camino entre un pueblo y otro.
Marcano recuerda que la universidad fue construida en un espacio de áreas verdes que, posteriormente, se llenó de civilización; por ello, para las personas es común atravesar los terrenos.
Terrenos atacados por más de dos años en la ULA
La cuarentena por COVID-19 ha sido el tiempo provechoso para los invasores: el 13 de marzo sujetos invadieron los terrenos del Núcleo Alberto Adriani (NUAA) de la Universidad de los Andes (ULA) en el Vigía, deforestaron áreas de la Estación Experimental Judibana. Una segunda invasión se registró el 28 de abril, cuando un grupo de sujetos penetraron en las instalaciones de la estación del NUAA; en el sitio fue encontrada la cabeza de una vaca perteneciente a la institución y que fue descuartizada. El 20 de mayo se presentó la tercera incursión de personas ajenas a la ULA en sus instalaciones, esta vez los terrenos y potreros cercanos a las instalaciones académicas del Alberto Adriani fueron invadidos, además, según denuncias de las autoridades, desmantelaron el techo del depósito del lugar.
El vicerrector del NUAA, Domingo Alarcón, denunció para Aula Abierta –tras el hecho del 17 de mayo– que estos ocupantes pertenecen a la comunidad vecinal y que las intenciones que tienen son de “poner a producir” la hacienda porque “tienen hambre”.
El ataque que vive la ULA no se revela este año, los incidentes de inseguridad son constantes. Desde el 16 de abril de 2018, un grupo de al menos 100 personas, entre hombres, mujeres y niños, denominados “Comuna Socialista Unidad Batalla y Victoria”, ocuparon ilegalmente la entrada principal de la finca Judibana.
Hasta hace un año, delincuentes intentaron adueñarse de los terrenos, destruyeron y deforestaron las tierras.
Aula Abierta ha reseñado este patrón de sucesos recurrentes en el núcleo Alberto Adriani, reiteramos que este es un espacio exclusivo para la realización de prácticas docentes, investigación y extensión para desarrollar proyectos de la propia universidad.
Áreas de LUZ permanecen tomadas desde hace 14 años
La Universidad del Zulia (LUZ) no se queda atrás, por más que se han evitado incidentes de invasión, perdura el caso del barrio San Agustín, así lo reseñó Andry Sánchez, director de la Dirección de Seguridad Integral (DSI) de dicha institución.
“Algunos propietarios de viviendas expandieron su ocupación hacia los espacios de LUZ, los cuales están ubicados entre las entradas de Ziruma y Plaza de Toros”, expuso Sánchez, explicando que el hecho tiene más de 14 años y no se le dio solución.
El director de la DSI aseguró que en tiempos recientes no se han intentado allanar las tierras, pero recodó que en 2013, habitantes indígenas de las comunidades de Ziruma, Las Tarabas y Corubas intentaron ingresar a las hectáreas del lote B de la universidad –ubicado frente a la avenida Guajira–, tras recibir por parte de presuntos dirigentes estudiantiles un censo correspondiente a un proyecto habitacional.
Sánchez, también, reveló que el hurto de redes en la hacienda “La Esperanza” no se ha repetido; incluso, se recuperaron algunos animales y las autoridades están a la espera de resultados de una investigación penal.
“Hemos (DSI) tomado medidas. Estamos haciendo nuestro mejor esfuerzo para mantener un nivel de prevención suficiente. Reciente, fue pública y notoria una reunión con los organismos de seguridad ciudadana en la que reiteramos nuestra solicitud de apoyo policial permanente y resultados en la investigaciones pendientes.”
“No existen personas viviendo en espacios universitarios. Todos los que pernoctan en haciendas o campus universitario son trabajadores bajo distintas modalidades y especialidades materiales”, clarificó Sánchez.
Indigentes invadieron las instalaciones de la UCV
En junio de este año, la representación estudiantil del Centro de Estudiantes y el Consejo de la Escuela de Medicina de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Luís Razetti, denunció la presencia de indigentes en los alrededores de la escuela, quienes, además de usar como “vivienda” las instalaciones, causaron daños estructurales.
A pesar de esa situación, las autoridades de la UCV tomaron medidas inmediatas y desalojaron a los indigentes del lugar. Hasta el momento, no se ha perpetrado ningún acto parecido y se mantiene el recinto resguardado por personal de seguridad.