Trabajadores universitarios aspiran ganar al menos 145 salarios mínimos para obtener la canasta básica

Las Federaciones Nacionales en asociación con los Sindicatos de Trabajadores y Profesionales Universitarios, presentaron una propuesta de tabla salarial en la que aspiran ganar entre 370 a 1200 dólares que equivale a la obtención de la canasta básica y otros productos adicionales, debido a que en los últimos años, los agremiados reciben salarios ínfimos, los cuales les imposibilita la adquisición de los productos de primera necesidad.

Las Federación Nacional de Asociaciones de Profesores Jubilados y Pensionados de la República Bolivariana de Venezuela  (FENAPROJUPICUV), la Federación de Trabajadores Universitarios de Venezuela (FETRAESUV), la Federación Nacional de Sindicatos de Profesionales Universitarios de Venezuela (FENASIPRUV), la Federación Nacional de Sindicatos Obreros de Educación Superior de Venezuela (FENASOESV), NO FEDERADOS, junto con sus Sindicatos, establecieron en la propuesta un salario equivalente en dólares, lo que sería aproximadamente 145 salarios mínimos. Actualmente, los trabajadores que perciben mejores ingresos solo cobran entre ocho a diez dólares mensuales; esto, ante la comunidad internacional, es catalogado como situación de extrema pobreza.

Niveles salariales de acuerdo al cargo del trabajador

Dionis Dávila, Presidente de la Federación de FENASIPRUV y Secretario General del Sindicato de Profesionales y Técnicos de la Universidad de Los Andes (SIPRULA) expresó para Aula Abierta que las tablas propuestas están establecidas en niveles diferentes de acuerdo al cargo del trabajador.

“Arranca en el nivel uno de los obreros y culmina en el nivel nueve, es decir, eso tiene una interescala que se va multiplicando en cada una de ellas. Luego tenemos el sector administrativo que arranca en un nivel uno y culmina en el sector de los profesionales que es un nivel quince”, señaló el Davila, Presidente de FENASIPRUV.  

“Hicimos la propuesta al Ministerio de Educación Universitaria de unas tablas salariales las cuales esperamos que sean discutidas en la brevedad posible y por supuesto que sean recibidas y aceptadas tal cual como nosotros la colocamos, de tal manera pues, si esto no llegase a ser posible sería muy difícil que el sector universitario pudiese arrancar sus actividades debido a que las condiciones para un salario por debajo de lo que propusimos no están dadas en estos momentos”, agregó Dávila, Secretario General de SIPRULA.

Igualmente, Eddy Garrillo, Secretario General del Sindicato de Profesionales y Técnicos de la Universidad del Zulia (SIPROLUZ), aseguró para Aula Abierta que establecieron propuestas para beneficiar a los distintos sectores, como obreros, profesionales, técnicos y hasta los profesores.

“En la tabla planteada estamos fundamentando esta propuesta para que sea analizada y revisada en conjunto con los representantes legítimos de los trabajadores un arranque equivalente a 145 salarios mínimos, que son más o menos 370 dólares el escalafón más bajo de los obreros, hasta un tope de 1000 y 1200 dólares con los profesores”, señaló Garrillo.

“Estaríamos el sector profesional también favorecido en gran medida que estaría entre los quinientos y tantos dólares a setecientos y tantos dólares en promedio para los profesionales y técnicos” añadió el Secretario General de SIPROLUZ.

La propuesta  “no es para enriquecerse”

El representante de los trabajadores de LUZ, manifestó que esta nueva propuesta “no es para enriquecerse”, sino para la subsistencia de los trabajadores y sus familias ante la actual crisis humanitaria compleja que vive el país.

Garrillo comentó acerca de una propuesta que estarán presentando próximamente para el beneficio de los trabajadores en el sector salud. “La indexación de las prestaciones sociales, el sector salud que está obligado el Estado, está obligado el Ministerio de Educación a suministrar los recursos necesarios y reales para las universidades, para que los trabajadores y sus familias tengan un servicio de salud digno. El servicio funerario también está obligado la convención colectiva y tampoco se cumple, ya tenemos prácticamente un año suspendido con todos estos servicios”.

Además, el Secretario General de SIPROLUZ expresó que esta propuesta es una “antesala” a la propia discusión de la cuarta convención colectiva. “Hemos exigido que se nos llame como establece la constitución y la ley, que debe llamarse a los representantes legítimos de los trabajadores universitarios en una mesa de discusión para dirimir un contrato macro que beneficie al sector universitario”.

Participación de Federaciones y Sindicatos no es permitida

Por su parte, Reina Gedeón, Secretaria General de Profesionales y Técnicos de la Universidad de Oriente (ASPUDO) y Secretaria General de FENASIPRUV, indicó que “no se les ha querido permitir participar en las discusiones colectivas ni en la presentación de proyectos de comisiones colectivas. La única voz que escucha el Ministerio de Educación es a la FTUV porque es un brazo político en las universidades”.

Gedeón expresó que el salario de los trabajadores “es simbólico y está pulverizado”. “Si todo está dolarizado, ¿por qué nuestro salario sigue siendo en bolívares?, cada vez más devaluado. Ahorita corresponde la cancelación de un bono que lo van alargando y alargando, cada día que pasa vale menos”.

Reina Gedeón comentó que “la propuesta fue dirigida específicamente al ministro de educación, con copia a la profesora Yadira Córdoba que es la comisionada que nombró el CNU para que se sentara con un grupo de rectores a discutir una propuesta salarial para el sector universitario (…) a nosotros nos causó mucho ruido que en el CNU se aprobara una comisión para el estudio de las tablas salariales sin llamar a la participación de los sectores involucrados”, añadió la Secretaria General ASPUDO para Aula Abierta.

Aunado a esto, Reina Gedeón especificó que el estado de “destrucción” de la Universidad de Oriente afecta directamente a los trabajadores, ya que se les hace difícil ejercer sus funciones de manera efectiva para el nuevo periodo estudiantil académico.

Por Vanessa Calatayud